Enjambre de nanobots

Los vehículos de exploración espacial van aumentando su tamaño, solo basta ver el Curiosity, recién aterrizado en Marte, que está muy cerca de la tonelada de peso. Esto es necesario porque dichos vehículos cargan muchos instrumentos de medición, análisis y transmisión de datos. Sin embargo, ante los recortes económicos, los científicos cada vez tienen que hacer más con menos, y en este sentido una nueva generación de vehículos espaciales podría hacer su aparición pronto.

John Barker, quien es profesor de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), ha propuesto como viable el envió de nanobots al planeta rojo, de modo que funcionen como sondas planetarias. Esta idea se sustenta en su economía y la gran cantidad de superficie que dicho enjambre de robots del tamaño de un grano de arena podrían cubrir.

Concepto de nanobot

Solo bastaría con hacer llegar una pequeña nave a la órbita del planeta para que lanzara una cápsula con unos 300,00 nanobots, que serían desplegados gracias a las corrientes de viento existentes, lo que sería su fuente de movimiento a la vez que la forma en la que se repartirían los nanobots a través de miles de kilómetros cuadrados.

Claro está que los nanobots dispondrían de sensores para captar la información necesaria, además de sistemas de radio para comunicarse entre ellos y así juntar sus datos y enviarlos a la Tierra como un todo. Sin embargo, lo más sorprendente es que estarían construidos de un material que pudiese adaptar su forma, de modo que puedan aprovechar las corrientes de viento para dirigirse en determinadas dimensiones.

Vía: ALT1040 y Popular Science