Recientemente el millonario aventurero, fundador y CEO de Amazon, Jeff Bezos, anunció que descubrió la ubicación de los cohetes F-1 que impulsaron al cohete Saturn V que transportó a Neil Amstrong y la Misión Apolo 11 con dirección a la Luna.
Lo anterior con ayuda de un sonar de aguas profundas que identificó los motores a 4.2 kilómetros de la superficie. Bezos expresó que tiene la intención de elevarlos a la superficie, a lo cual el administrador de la NASA, Charles Boden, respondió con una felicitación a Bezos y su equipo, a quienes les deseo suerte.
Sin embargo, Boden señaló que cualquiera de estos motores del Apolo pertenecen a la agencia espacial; mencionó que a la NASA le gustaría donar uno de estos F-1 al Museo Nacional del Aire y el Espacio del Instituto Smithsonian en Washington. Pero Bezon ha pedido a la NASA que el motor F-1 o cualquier otro artefacto espacial fuera mostrado en el Museo del Vuelo en Seattle.
Bolden expresó que todos en la NASA están deseosos de que Bezos y su equipo Blue Origen tengan éxito en el rescate de estas verdaderas reliquias de la historia, las cuales llevan 42 años sumergidas en el océano, razón por la cual sus condiciones son desconocidas.
Cada motor F-1 pesa cerca de nueve toneladas y están agrupados en un grupo de cinco. En su momento proporcionaron 32 millones de caballos de fuerza cuando quemaron 2,721.5 kilogramos de combustible cada segundo, impulsando al cohete más grande la historia, el Saturno, por crca de 61.15 kilómetros en tres minutos.
Posteriormente los cohetes se separaron del Saturno y cayeron al océano donde permanecieron ocultos por más de 40 décadas, aunque existían pistas de su ubicación ya que una pieza de escombros cayó en un buque mercantil alemán. Habrá que estar atentos a si esta pieza de la historia aeroespacial de la humanidad puede ser rescatada.
Vía: CNN