¿Cuánta ingeniería se requiere para colocar un objeto de 1 metro cuadrado en un cuerpo de 4 kilómetros de diámetro que se encuentra a una distancia de 400 millones de kilómetros? Seguramente para lograrlo se requieren muchísimas horas de cálculos, corregir trayectorias, revisar infinidad de veces los sistemas, y muchas cosas más que involucran ingenieros. ¿Es algo posible? Por supuesto que si, o al menos eso es lo que espero.
El próximo 12 de noviembre la sonda Philae realizará una caída libre de 7 horas hacia el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, por lo que sería el primer vehículo asentado sobre un cuerpo celeste de ese tipo. Para lograr esto los ingenieros y técnicos de la Agencia Espacial Europea deben trabajar con precisiones de milímetros, algo sorprendente considerando la distancia a la que se ubica el escenario.
La misión Rosetta ha tardado una década en llegar a su destino y ahora el momento de la verdad se acerca. Si todo sale bien Philae desplegará sus tres patas al momento de la caída para fijarse a la superficie con los taladros ubicadas en las mismas. Posteriormente dos arpones de 2 metros de longitud se clavarán para comenzar a tomar muestras durante 65 horas, que es la duración de la primer batería.
La sonda de 100 kilogramos descenderá 22 kilómetros en caída libre, aunque debido a la bajísima gravedad del cometa la velocidad de impacto será de apenas 3 kilómetros por hora, poco más que un golpe suave. Comparado con la Tierra la gravedad del cometa es 10,000 veces menor, razón por la cual la sonda pensará solo 10 gramos sobre la superficie del cometa.
Vía | Voz Populi