Las hormigas son bastante conocidas por su capacidad de cargar varias veces su propio peso, y es justamente dicha capacidad la que ingenieros de la Universidad de Stanford han querido imitar. Para esto han desarrollado un pequeño y ligero robot, que puede mover objetos mucho más grandes, aunque teniendo en cuenta un par de consideraciones.
Para que el robot cumpla su cometido la superficie para el desplazamiento debe ser de vidrio, y los objetos a mover deben presentar muy poca fricción con dicha superficie, tales como los objetos de vidrio. Esto debe ser así porque mientras las patas del robot se adhieren a la superficie, los objetos movidos no presentan resistencia al avance.
Quizá pienses entonces que el asunto no resulta tan impresionante, pero te equivocas. A pesar de las consideraciones técnicas, el hecho de que un robot de apenas 12 gramos desplace una pesa de 21 kilogramos, si que resulta sorprendente. Estamos hablando de mover un objeto que pesa unas 1,800 veces más.
¿Y para que serviría un robot con esta capacidad? De momento no se me ocurre un uso específico, en parte porque las condiciones limitan mucho sus posibles utilidades. En cuanto este pequeño robot, u otro distinto, puedan mover objetos de cualquier tipo y en cualquier superficie, estaremos hablando de algo bastante distinto.
Vía | Microsiervos