Seda de araña conduce electricidad

La seda con que las arañas tejen sus trampas para atrapar a su presas es una de los materiales de la naturaleza más sorprendentes que existen, tanto que se ha comprobado que un hilo de esta seda es más resistente que un hilo de acero del mismo grosor. A este respecto el grosor de la seda de las arañas es de solo 4 micras, y para darnos una idea mejor hay que mencionar que un cabello humano tiene un grosor promedio de 60 micras.

La seda de las arañas es uno de los materiales con mejores propiedades físicas, pues a su gran resistencia se suma una excelente elasticidad. Actualmente hay investigaciones en curso que tienen como objetivo sintetizar artificialmente este material, pues dado que las arañas son extremadamente territoriales no es posible formar “granjas de arañas” para obtener la seda.

Telaraña

Sin embargo, al parecer la tela de las arañas aún tiene mucho más por ofrecernos. Recientemente Xinwei Wang, profesor asociado de ingeniería mecánica, Huang Xiaopeng, investigador de post-doctorado en ingeniería mecánica, y Guoqing Liu, estudiante de doctorado en ingeniería mecánica, los tres de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos), han presentado un trabajo donde muestran que este material es una gran conductor del calor, superando inclusive a algunos metales.

La especie de arañas que produjeron la seda para las pruebas fue Nephila clavipes y se utilizaron 8 de estas, a las que se les extrajo la seda. La investigación ha sido publicada en la revista científica Advanced Materials bajo el nombre de New Secrets of Spider Silk: Exceptionally High Thermal Conductivity and its Abnormal Change under Stretching, parte de los resultados es que superó al silicio, aluminio y hierro, aunque no así a la capacidad conductora  de la plata y el diamante.

Estos resultados son muy importantes porque echan por tierra la creencia de que todos los materiales orgánicos son malos conductores de calor. Cabe mencionar que las arañas pueden producir distintos tipos de seda, pero la que tiene esta propiedad es la seda con la que construyen telarañas, no así la que utilizan para envolver a sus presas.

Vía: ALT1040, Xataka Ciencia e Iowa State University