Durante el tiempo que estuve en la carrera me tocó ver varias veces en el campus universitario como aquellos estudiosos de las ciencias forestales tenían la complicada misión de trasladar determinado árbol de un lugar a otro, por lo general debido a que su ubicación era peligrosa o porque se interponía en la realización de alguna obra.

Con lo poco que pude ver llegué a la conclusión que trasladar árboles es una tarea complicada y ardua por tratarse de seres vivos de relativamente gran tamaño. Recuerdo todo esto porque recién encontré el siguiente video, donde se observa en cámara acelerada a una recolocadora de árboles realizando su trabajo.

Esta enorme máquina lo que hace es abrazar al árbol para posteriormente hundirse en la tierra a una profundidad suficiente como para traerse consigo la mayoría de la raíces, de modo que el árbol sufre el menor daño posible. Posteriormente el árbol es trasladado a su nueva ubicación y colocado de manera precisa.

No tengo idea de cuanto cueste algo así, pero de que es práctico nadie lo puede dudar. Gracias a esta máquina el proceso puede ser muy ágil además de preciso. Eso si, esas mandíbulas metálicas deben tener una fuerza de presión impresionante como para enterrarse en la tierra y cerrarse con el árbol dentro.

Vía: Microsiervos