Ingenieros del Laboratorio de Investigación Micro/Nanofísica de la Universidad de Monash, en Australia, han diseñado nueva nanotecnología que revolucionará por completo la medicina cardiovascular, y supondrá innecesarios algunos procedimientos quirúrgicos que se aplican hoy en día para tratar dichas afecciones.
Se trata de microrobots de tan solo 250 micrómetros de ancho (para hacerse una idea de su tamaño un micrómetro equivale a la milésima parte de un milímetro), que podrán ser inyectados en el torrente sanguíneo humano y de esa manera prescindir de métodos más invasivos.
Sin llegar al extremo de realizar una incisión al paciente y someterlo a cirugía, cualquier método quirúrgico supone un peligro para la integridad física y psicológica del afectado, sin mencionar el tiempo posterior de recuperación. Hasta la introducción de un cateter en las vías sanguíneas que actualmente es un método minimamente invasivo, puede resultar en daños graves e irreparables al enfrentarse a una arteria más estrecha que el tubo introducido, o cuando se trata de un camino “laberíntico”, como los presentes en el cerebro, que no puede ser acompañado por la poca movilidad del cateter.
Los microrobots, en cambio, equipados de sensores y siendo dirigidos a distancia por un cirujano, serán capaces de maniobrar por lugares que hasta ahora era imposible y resultando en un daño mínimo o insignificante para el paciente.
Los micromotores que impulsan esta tecnología, se basan en la piezoelectricidad, que según los investigadores a cargo del proyecto es una fuente de energía muy eficaz y poco utilizada en motores. Los mismos, siguen siendo perfeccionados por el equipo de ingenieros para optimizar su desplazamiento dentro del cuerpo humano.
Fuente: Instituto de Física