George Lewis, un estudiante de ingeniería biomédica de la Universidad de Cornell, diseñó un dispositivo terapéutico que se basa en el ultrasonido. El mismo, está unido a un transductor y es capaz de generar ondas sonoras tan potentes que en instantes convierten el agua en vapor.
Este tipo de aparatos suelen ser muy pesados y costar alrededor de 20.000 dólares. El de Lewis en cambio es muy pequeño y liviano, tanto que puede ser trasportado en el bolsillo, y fue construido con apenas 100 dólares.
Hasta ahora el ultrasonido es empleado en medicina como una forma no invasiva de ver lo que ocurre dentro del cuerpo humano, mediante el uso adecuado de ondas sonoras inaudibles para el hombre.
Pero el invento de Lewis, podrá usarse para pulverizar tumores de próstata o piedras renales, aliviar la artritis, y hasta podrá ayudar en el tratamiento de tumores cerebrales, al favorecer el envío de drogas al cerebro después de la cirugía.
El transductor, a diferencia de otros de su especie, es también increiblemente eficiente, convirtiendo efectivamente el 95 % de la energía eléctrica en acústica.
El desarrollo de tecnologías similares a esta podría revolucionar el tratamiento de enfermedades, siendo una alternativa considerablemente económica, para nada invasiva, y pudiendo sustituir o al menos complementar cualquier procedimiento clínico.
Fuente: Cornell University
German Riveros 5 julio 2010 a las 18:18
Que posibilidade tiene este aparato de destruir esporas o micelios de hongos que estén a su alcance?
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