Las tecnologías actuales que se utilizan para aprovechar la energía solar pueden ser utilizadas para producir calor o para producir energía eléctrica, pero no ambas. Las celdas termofotovoltaicas que se han diseñado y construido hasta ahora son dispositivos bastante complejos y muy poco eficientes, no llegando a superar el 1% de eficiencia.
Sin embargo, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están trabajando en el desarrollo de una celda que es capaz de aprovechar el calor y la luz, cuya eficiencia teórica ronda el 80%, aunque de momento solo han conseguido alcanzar el 3%. La promesa de los investigadores es alcanzar el 20% de eficiencia así como menor costos de fabricación.
Esta nueva celda termofotovoltaica es posible gracias a una capa extra de nanotubos de carbono, los cuales al calentarse producen una clase de incandescencia cuya longitud de onda se puede aprovechar para sumarse a la energía obtenida por la conversión de luz en electricidad. Esta es una investigación importante para conseguir abaratar los costos de las celdas.
Si una celda solar puede aprovechar el calor además de la luz entonces se está aprovechando de mejor manera, lo que fomentará que sus costos de fabricación bajen, lo que resultaría beneficioso tanto para productores como para compradores. Aunque aún se está desarrollando esta tecnología luce prometedora por lo que habrá que estar atentos a su desarrollo.