No se puede afirmar tajantemente que los vehículos eléctricos estén siendo un fracaso. En algunos países si, en otros hay una gran aceptación hacia ellos. Sin embargo, no es ningún secreto que las previsiones de ventas de las armadoras no se han cumplido en su totalidad. En mi opinión lo que hace falta es que las baterías descargadas se puedan recambiar por unas con carga, punto.

Si tuviera la posibilidad de comprar un vehículo eléctrico no lo haría por la simple razón de que me sería poco práctico. Con todo el lío de actividades diarias seguro que olvido conectar el enchufe por las noches y seguro en las mañanas tendría que tomar el transporte público. O más probable, me quedaría parado en algún lugar con las baterías sin carga. No creo que sea el único que piensa esto.

Así que, ¿por qué no poder intercambiar las baterías descargadas por unas cargadas? Si, así como con los garrafones de agua. De este modo la factura de luz no me comería vivo. Dichos sistemas de recambio podrían ubicarse en las mismas gasolinerias. Al final de cuentas la mayoría estamos habituados a pasar a las gasolinerías. Me imagino que llego y en lugar de recargar combustible quitan la batería descarga y colocan una cargada.

El gran problema técnico detrás de esta idea es que cada armadora utiliza distintos tipos de baterías y mientras no exista un estándar no podría llevarse a cabo. El otro problema es que la complejidad para acceder a las baterías de un vehículo eléctrico varía de una empresa a otra. No conozco todos los vehículos eléctricos pero seguro alguno debe ser el iPhone de la industria (por eso de que la batería es prácticamente inaccesible).