La empresa china BYD Co Ltd, líder mundial en la fabricación de carros eléctricos, tiene en sus planes la apertura de una nueva fábrica en México, según información de Nikkei, citando al director de la compañía en México, Zhou Zou. Esta decisión estratégica busca fortalecer su presencia en el mercado global y establecer un centro de exportación hacia Estados Unidos.

BYD, reconocida por sus vehículos de alta calidad, bajo coste y una amplia gama de modelos, recientemente superó a su principal competidor, Tesla Inc, convirtiéndose en el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo en términos de ventas.

De acuerdo con el informe, BYD ya ha iniciado un estudio de factibilidad para la planta mexicana y actualmente se encuentra en negociaciones con funcionarios sobre los términos, incluyendo la ubicación de la fábrica. Siendo el estado de Nuevo León, o quizás en la región del Baijo, algunos de los posibles candidatos para albergar la nueva planta.

Un brazo robótico amarillo en una planta de producción de baterías.

Fundada en 1995 como fabricante de baterías, BYD abrió sus puertas con 20 empleados que trabajaban en las oficinas de un parque industrial de Shenzhen, China.

México se presenta como una ubicación atractiva para esta inversión, dado que el sector automotriz emplea a más de un millón de personas y el país produce 3.7 millones de automóviles al año, lo que indica la presencia de una mano de obra calificada y una sólida infraestructura industrial.

Actualmente, BYD comercializa cinco modelos diferentes en el mercado mexicano: Han, Yuan, Tang, Dolphin y Seal. La empresa busca aprovechar el amplio sector de fabricación de automóviles de México, que está estrechamente integrado con la industria automotriz de Norteamérica y es el hogar de muchos de los principales actores globales de la industria.

Foto de estudio de un automóvil azul.

BYD Han.

El controversial y ultra-derechista, Elon Musk, predijo que los fabricantes de automóviles chinos “demolerían” a sus rivales globales sin la aplicación de barreras comerciales. Por su parte, el grupo Alliance for American Manufacturing teme que “la introducción de automóviles chinos en el mercado estadounidense podría terminar siendo un acontecimiento de nivel de extinción para el sector automotriz estadounidense”. El grupo propone bloquear a México de exportar refacciones o vehículos si provienen de un fabricante del gigante asiático aunque sean producidas localmente.

En respuesta a estas preocupaciones, la embajada china en Washington afirmó que las exportaciones de automóviles de China “reflejan el desarrollo de alta calidad y la fuerte innovación de la industria manufacturera de China”, y que “el desarrollo de saltos de la industria automotriz de China ha proporcionado productos de alta calidad y rentables al mundo”.

Aunque la mayoría de las ventas de vehículos de BYD se realizan en China, la compañía tiene proyectos más globales, como lo demuestran las fábricas que planea abrir en varios lugares, como Tailandia, Hungría y Brasil. En América Latina, BYD planea invertir 3 mil millones de reales (620 millones de dólares) en un nuevo complejo industrial en el noreste de Brasil.

Los primeros indicios de la construcción de una planta en México se remontan a septiembre de 2023, cuando Stella Li, vicepresidenta global de BYD, declaró en una entrevista que la compañía estaba considerando la idea de fabricar sus vehículos en México. Las operaciones servirían para satisfacer la demanda local y permitirían a BYD expandirse a otros países de América Latina.

La apertura de una planta de BYD en México representaría una oportunidad significativa para la empresa de expandir su presencia en el mercado global y fortalecer su posición como líder en la fabricación de vehículos eléctricos. Esta inversión también contribuiría al crecimiento del sector automotriz mexicano, la generación de empleos y adquisición de tecnología en el campo de los vehículos eléctricos.