En la entrada anterior hablábamos del Automotive X-Prize, y en esta hablamos de otro premio. Lo concede la Agencia de Defensa estadounidense al mejor coche sin conductor. Parece que últimamente la tecnología avanza si no es a golpe de guerra, a golpe de premio. Dos millones de dólares, en este caso, al ganador.

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El “Boss” de la universidad Carnegie Mellon se impuso con autoridad

El desafío consiste en completar un recorrido urbano fijado por la organización (DARPA, de investigación en proyectos avanzados para defensa) en el menor tiempo posible, sin intervención humana ni a través de control a distancia. El ganador de esta edición fue el candidato de la universidad Carnegie Mellon (en colaboración con General Motors), que llegó a la meta 20 minutos antes que su perseguidor, de Stanford, con una velocidad media de 23 km/h. Y es que aunque DARPA no publicó el modo de ponderar las penalizaciones, todo el mundo considera que esta es una ventaja importante.

En palabras del responsable de la Carnegie Mellon, “nuestro coche no dudaba. Cuando tocaba planificar – planificar en intersecciones, en rectas, curvas durante el recorrido – éramos invencibles. “