Cuando escuchamos hablar sobre la NASA más de uno imaginamos tecnología de punta e investigaciones de vanguardia que se desarrollan con la finalidad de seguir explorando el espacio, pero esta agencia tiene secretos referentes a tecnología que a muchos nos sorprenderían, y no por ser sumamente avanzada, sino todo lo contrario.
La NASA dispone de un centro de control desde donde dirige todas sus naves y misiones, pues por increíble que parezca este ordenador central funciona con solo 0.005 por ciento de la capacidad de un Xbox 360 actual, esto porque tiene la potencia de un IBM 5150, fabricado allá por la década de 1980, que tiene solo un megabyte de memoria RAM y se puede conseguir por unos cuantos dólares en mercados de piezas usadas.
El ordenador central que gestiona la lanzadera espacial recibe el nombre de General Purpose Computer (GPC) y hasta el año de 1991 trabajó con 500 kilobytes de RAM, siendo en ese año actualizado para duplicar su capacidad, que aún así sigue siendo una cifra irrisoria para los estándares de hoy día, donde cualquier teléfono celular supera sin problemas esa cifra.
Dicho ordenador controla la secuencia de lanzamiento, el apagado o encendido de los propulsores y varias cosas más, pero, ¿por qué la NASA no lo ha actualizado por uno de mayor potencia? Son tres motivos principales para que la agencia no tenga considerado actualizar su tecnología en ese sentido: no es necesario, nunca ha fallado y sería muy costoso.
No es necesario un ordenador más potente porque el sistema de control de la lanzadera espacial no dispone de un motor gráfico potente ni de interfaces visuales como estamos acostumbrados en las computadoras modernas, pues el sistema se basa en comandos, tal y como funcionaba el MS-DOS, un sistema operativo que aún varios recordareis.
El que nunca haya fallado representa el mejor aliciente para no actualizarlo, pues su fiabilidad está comprobada. Y además, cambiarlo sería sumamente costoso porque toda la tecnología que la NASA maneja está adaptada para este ordenador, con lo cual al cambiarlo por un motor de procesamiento moderno todos los sistemas tendrían que reconfigurarse, y posteriormente realizar muchas pruebas para probar la fiabilidad de cada componente, sistema, nave, etc.
Así es como una de las agencias más innovadoras tecnológicamente hablando basa sus operaciones en tecnología del siglo pasado. Supongo que en algún momento tendrán que actualizarse, pero por lo visto no será en el corto plazo.
Vía: Más Pomada