La primera era nuclear ha pasado su momento de auge (personalmente creo que habrá otra era nuclear en el futuro). Fue una era en la cual la energía nuclear se presentó como la salvadora de la humanidad. La decadencia de esta era es debida a que a pesar de todas sus ventajas sigue siendo una forma de energía difícil de controlar, lo que permitió el auge de las energías alternativas.
La era nuclear nos dejó submarinos nucleares que aún recorren los océanos del mundo, así como barcos nucleares que hacen lo mismo. Hubo también algunos prototipos de automóviles nucleares, aunque esos no prosperaron. Sin embargo, de aviones nucleares nada de nada, de modo que tuvo que existir una razón interesante para que la energía nuclear no impulsara a los aviones como lo sigue haciendo con submarinos y barcos.
En realidad los aviones nucleares nunca prosperaron debido a la acumulación de varios factores, pero los misiles balísticos intercontinentales encabezan la lista. En plena Guerra Fría tanto los rusos como los estadounidenses realizaron pruebas con aviones nucleares, pero los problemas observados impidieron que los proyectos continuaran.
En el caso de los rusos fue el blindaje del reactor el detalle que comenzó a hundir el proyecto. En lo que respecta a los estadounidenses fue la falta de recursos, que fueron desviados a investigaciones para desarrollar materiales resistentes a altas temperaturas. Pero realmente un avión capaz de movilizarse con energía nuclear y transportar cargas nucleares dejó de ser una prioridad cuando el primer misil balístico intercontinental fue presentado.
Y es que el R-7 Semyorka ruso tenía la capacidad de atacar locaciones ubicadas hasta a 8,800 kilómetros de distancia.
Vía: Fayer Wayer