Las baterías actuales no están limitando tecnológicamente, eso ya lo sabemos todos. La pregunta es: ¿cuándo superaremos esa barrera tecnológica? Las baterías orgánicas podrían constituir parte de la solución y son muchos quienes están trabajando en ese sentido. Ahora hablaremos de la relación del arroz con la producción y almacenamiento de energía; ¿tendrán algo en común?
Un problema de las baterías actuales es satisfacer la demanda de materiales que se requieren para su construcción; tal es el caso del grafito, utilizado actualmente para producir ánodos de baterías de iones de litio, aunque al igual que otras sustancias utilizadas en la fabricación de baterías ha comenzado a muestras de escasez en algunas partes del mundo.
Así que ante la escasez hay que buscar soluciones. La cascarilla de arroz podría utilizarse para sustituir al grafito ya que de esta es posible extraer un compuesto de silicio que funcionaría bastante bien, según lo indican investigadores de Corea del Sur quienes publicaron los resultados de su investigación en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
La gran ventaja que presentara la cascarilla de arroz es que es un residuo orgánico y por ende su valor en mínimo, porque suele tirarse a la basura o quemarse para eliminarlo. Además según los cálculos de los investigadores, la cascarilla de arroz generada actualmente sería más que suficiente para satisfacer la demanda que requerirían las nuevas baterías de iones de silicio.
Por si fuera poco los investigadores han determinado que el silicio obtenido de la cascarilla de arroz es mucho más eficiente en la trasmisión de la energía eléctrica que el propio grafito. De esta manera todo parece indicar que el camino hacía baterías más ecológicas está comenzando a ser recorrido.
Vía: Informador