Chip que alberga un laboratorio - Imagen de radio.weblogs.com

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Por siglos los animales han sido usados como la primer línea de defensa ante tóxicos. Un canario en una mina servía como monitor viviente de gases venenosos. Los científicos usaban peces para verificar que no hubieran contaminantes en el agua. Y curiosamente, incluso con los más modernos avances, podrían demorarse días en detectarse un químico fatal.

Un equipo de investigadores dirigido por el profesor Yosi Shacham-Diamand, vice-decano de la facultad de ingeniería de la Universidad de Tel Aviv (TAU, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un laboratorio nanométrico que permitirá medir la calidad del agua en tiempo real. Este “laboratorio en un chip” representa un avance importantísimo para mantener el agua potable y pura, a salvo de agentes contaminantes y ataques bioterroristas.

“Hemos desarrollado un laboratorio de esencialmente medio centímetro cuadrado, usando bacterias genéticamente alteradas que se “encienden” cuando están expuestas a cierto químico presente en el agua“, declara Yosi. La tecnología de este chip funciona para detectar hasta las más pequeñas cantidades de compuestos producidos por la bacteria.

En vez de usar animales para ayudar a detectar amenazas en el suministro de agua, Yosi dice: “Nuestro sistema está basado en un chip plástico que es más humano, más rápido, más sensible y mucho más económico“.

Tiene numerosas aplicaciones principalmente en el área de la seguridad nacional y en el de la salud, y se trata de un proyecto fundado por la agencia americana DARPA, quien ya lleva 3 millones de dólares invertidos en él.

Fuente: TAU