Corte donde se muestran las hileras de nanotubos

Corte donde se muestran las hileras de nanotubos | Fotografía de NASA

El término oscuridad tendrá a partir de ahora un significado aún más profundo, pues ingenieros de la NASA han producido un material capaz de absorber el 99% de la luz que incide sobre él, lo que incluye además del espectro visible (detectable por los seres humanos) las longitudes de onda ultravioleta, infrarrojo e infrarrojo lejano, detectables solo con ayuda de sofisticados aparatos.

Pero ¿qué implica este desarrollo? De principio podrá ser aplicable en cuestiones de tecnología espacial. Actualmente en la mayoría de instrumentos utilizados para la investigación del espacio se suele utilizar pintura negra, que tiene solo un 90% de absorción y se vuelve plateada debido a las bajas temperaturas.

Acercamiento a la superficie del material

Acercamiento a la superficie del material | Fotografía de NASA

Según John Hagopian, líder del equipo, las pruebas de reflectancia indican que se ha extendido en 50 veces el rango de capacidad de absorción del material, llegando a ser casi perfecta desde el ultravioleta hasta el infrarrojo. Siendo específicos el material absorbe el 98.0% de las longitudes de onda comprendidas entre el infrarrojo e infrarrojo lejano, mientras que en el espectro de luz ultravioleta y visible alcanza casi la perfección, con 99.5%.

El material mencionado esta compuesto por nanotubos de carbono acomodados en hileras fibrosas verticales, las cuales tienen el impresionante grosor de 10,000 veces más delgadas que un cabello humano. El proceso para obtenerlo es algo complejo e implica calentar a 750ºC una serie de elementos como silicio, titanio y acero inoxidable principalmente, que son muy usados para construir aparatos de medición que se mandan al espacio debido a su gran estabilidad.

La forma en que este material funciona es atrapando la luz en los pequeños espacios que existen entre los nanotubos. Para darnos una idea de su textura podríamos imaginar una especie de alfombra peluda de tamaño microscópico, es decir, una superficie completamente rugosa que evita que al chocar la luz esta pueda rebotar como ocurre con las superficies lisas.

Ahora con la implementación de este nuevo material las mediciones que se realicen podrán ver incrementada su precisión, pues junto con la completa absorción de luz el material también es capaz de disipar calor, por lo que los instrumentos tendrán un mejor rendimiento.

Vía:  NASA