Cuasi-cristales

La siguiente es una historia interesante sobre como un enfoque distinto puede ayudar a encontrar los resultados deseados. Resulta que un chico de 11 años ayudó a su padre a resolver un problema químico que había detenido su  investigación por años, gracias a lo cual se ganó que su nombre apareciese en el artículo científico publicado en una revista científica.

Linus Hovmöller es el nombre de este chico sueco, quien ayudó a su padre, Sven Hovmöller, quien es profesor en el Departamento de Materiales y Química Medioambiental de la Universidad de Estocolmo y quien desde hace 8 años trabajaba en un proyecto para identificar la estructura atómica de componentes similares a los cristales.

Hovmöller padre e hijo

Después de tantos años de mirar fotografías tomadas con rayos X el padre solo había logrado descifrar dos de las estructuras que buscaba, por lo que decidió recurrir a su hijo, quien por cierto se menciona que es bastante habilidoso para el sudoku y otros juegos de destreza mental y geometría.

Lo que hizo fue pedirle que buscara la estructura geométrica de una serie de cuasi-cristales conocidos como pseuso-decagonal approximants. Lo interesante de este caso es que para comenzar a resolver el problema no era necesario tener conocimientos sobre química, sino que se trataba de encontrar los patrones adecuados, algo que el niño pudo realizar de manera rápida pues desconocía en si el problema, lo que le permitió concentrarse en su búsqueda.

Según cuenta el padre, en dos días ya habían identificado cuatro componentes más. Los resultados de la investigación se podrán conocer el 28 de junio en la revista de la Royal Society Philosophical Transactions, la cual es una publicación especializada en temas de matemáticas, física y ciencias ingenieriles.

Vía: CBC News