Hace algunas décadas los diseños innovadores respondían a distintas necesidades de las que se priorizan hoy en día. En la actualidad se visualizan las formas orgánicas, los biomateriales inteligentes y el ahorro de materiales y energía. Tanto ingenieros, diseñadores y científicos se han dado cuenta de que lo mejor es emular a la naturaleza, que siempre tiene la respuesta a nuestros problemas si sabemos observarla con atención.
En un intento por resolver los problemas de estabilidad que presentan los robots voladores de pequeño tamaño, el doctor Ristroph ha emulado a la naturaleza y recurrido a las matemáticas para desarrollar formas de vuelo que en un principio pueden parecernos complejas y complicadas, pero lo cierto es que son eficientes y brindan mucha más estabilidad que los métodos de vuelo usados actualmente.
Ristroph es matemático en el Instituto Courant de la Universidad de Nueva York y su nuevo método de vuelo hace que sus pequeños robots luzcan como medusas voladoras; de hecho el movimiento está inspirado en la forma en que las medusas se desplazan en el agua. Como puedes ver en el video la forma de vuelo resulta un tanto extraña porque estamos acostumbrados a vuelos no orgánicos, pero el gasto de energía es mucho menor.
Este diseño responde a una pregunta que el investigador se planteó: ¿cuál es el esquema más sencillo con el que se puede generar fuerza de impulso hacia arriba? El movimiento que genera el impulso es cíclico, por lo cual es posible ver que el robot se detiene con regularidad en el aire mientras se realiza otro impulso más para ascender.
Vía: Microsiervos y The New York Times