El reciclado de elementos radiactivos trae consigo la emisión de algunos gases nobles nocivos, tales como el xenón y el criptón, los cuales al ser inertes y no reaccionar con la mayoría de las sustancias no se pueden atrapar fácilmente. El uranio natural también emite un gas con alta radiación, que en este caso es el radón, que contamina el suelo y subsuelo.
Afortunadamente un equipo de investigadores de la Universidad de Liverpool ha desarrollado un material poroso capaz de atrapar estos gases de forma eficiente, para evitar así que se extienda la contaminación radioactiva. El material en cuestión lleva por nombre CC3, y es muy selectivo al atrapar los gases nobles, cuyas concentraciones no son elevadas.
Actualmente ya existen métodos para atrapar los gases nobles, como la criogenia, pero suelen ser bastante costosos y complicados, sobre todo porque requieren de mucha energía para los procesos. El CC3 es parte de los materiales conocidos como jaulas orgánicas porosas, cuya estructura orgánicas les permite crear jaulas tridimensionales para atrapar átomos de gases nobles.
En el caso de las moléculas de CC3 se pueden conformar estructuras donde caben tres átomos de xenón, criptón o radón. Dichas estructuras se expanden y contraen de forma natural, creando así una entrada para los átomos. La ventaja de las jaulas orgánicas porosas es que funcionan bien a temperatura ambiente, por lo que el gasto en energía es mucho menor comparado con la criogenia.
Vía | Unocero