La nueva red ferroviaria de alta velocidad en China promete ser el megaproyecto de ingeniería de la próxima década. No se trata solamente de una proeza de ingeniería, pues en caso de ponerse en marcha sería también un logro diplomático sin precedentes. La idea a grandes rasgos es conectar a China con prácticamente todo el mundo.
Este megaproyecto aumentaría de 12,000 a 25,000 kilómetros las líneas de alta velocidad chinas, de los cuales 113 kilómetros deberán ser excavados bajo el mar del Estrecho de Bering, prácticamente en el mismísimo polo norte. Esto no sería poca cosa ya que duplicaría la longitud del Eurotúnel, que tiene 50 kilómetros, siendo el túnel de mayor longitud excavado bajo el mar.
Una de las rutas de la red ferroviaria, la ruta norte, sería China – Rusia – Canadá – Estados Unidos, con una longitud de 11,000 kilómetros que se recorrería en 32 horas. Para que esto sea posible los trenes viajarán a una velocidad promedio de 350 kilómetros por hora. La ruta sur pasaría por India, Pakistán e Irán, mientras que la central llegaría a Europa.
Este proyecto es un reto por donde se le vea. Desde el punto de vista ingenieril el reto será enorme por el hecho de trabajar en condiciones climáticas adversas, entre muchas otras cosas a considerar. Quizá la cuestión económica sea algo muy difícil pero China cuenta con los recursos para comenzar semejante proyecto. El reto verdadero será lograr acuerdos para que las líneas ferroviarias atraviesen tantos países.
Vía | Microsiervos