Los rovers podrían ser impulsados por bacterias | Fotografía de NASA
Los robots de exploración espacial son herramientas de gran utilidad que recaban y envían información que nos indica características relevantes de otros mundos, información que de otra manera sería difícil de obtener y corroborar. El problema de este tipo de robots conocidos como Rovers es que su fuente de energía es bastante limitada.
Hasta ahora la única fuente de energía que ha impulsado a los exploradores planetarios es la solar, sin embargo, la energía en base a bacterias hace su aparición y se perfila teóricamente como la fuente energética que nos permitirá enviar misiones a largo plazo con la finalidad de explorar mundos distintos al nuestro, por lo menos los del Sistema Solar.
Curiosity continuará las investigaciones de Opportunity y Spirit | Fotografía de NASA
La energía solar impulsó a los Rovers Opportunity y Spirit a explorar el hostil suelo marciano. Si bien el Sol es una fuente prácticamente inagotable de energía hay muchos factores que limitan su aprovechamiento y ponen en riego las misiones, tal como lo han demostrado las tormentas de arena marcianas que cubren las celdas solares disminuyendo su efectividad de captación.
Además, con el uso de la energía solar los robots espaciales no pueden adentrarse en terrenos donde la luz solar no llega, tal como grutas o cavernas, pues quedarían atrapados sin ninguna escapatoria. Una energía que podría solucionar estos problemas es la nuclear; instalando un pequeño reactor nuclear en cada robot estos podrían cumplir su tarea exploradora incluso por décadas.
La energía nuclear no se ha utilizado en ningún robot que toque suelo extraterrestre hasta ahora, pero las sondas Voyager (con un reactor nuclear cada una y más de 3 décadas de funcionamiento) son una muestra de que su poder podría ser la solución; sin embargo, el problema a todas luces es la dificultad de su manejo y sus efectos devastadores en caso de accidente.
¿La solución? Científicos de la NASA proponen utilizar bacterias como fuente de energía de larga duración, de hecho ya se tiene un candidato: Geobacter sulfurreducens, ya que no requiere de oxígeno para vivir. Por lo pronto las ideas han empezado a fluir y se menciona que dentro de 10 años se podría tener el primer prototipo funcional.
Obviamente la idea no esta exenta de problemas pues recordemos que todas las naves que se mandan a otros mundos son completamente esterilizadas para evitar la contaminación con bacterias terrestres, por lo que habrá que pensar muy bien como minimizar las probabilidades de que ocurra una contaminación, probabilidades que aumentan dramáticamente considerando que ahora las bacterias serán enviadas a conciencia.
Otra prioridad es asegurar la sobrevivencia de dichas bacterias, ya que estarán expuestas a mucha radiación estelar y condiciones de temperatura sumamente adversas. Bueno, la idea está sobre la mesa, tiene muchas posibilidades de ser viable o de lo contrario la NASA no invertiría tanto esfuerzo y recursos en desarrollarla. ¿Te parece algo viable?
Vía: ABC