La inteligencia artificial, comúnmente abreviada como IA, es una parte de la tecnología y la ciencia que se encarga de diseñar sistemas robóticos que puedan tomar decisiones; es decir, que muestren cierto tipo de inteligencia robótica para resolver determinado tipo de problemas. Si bien aún falta mucho para desarrollar máquinas pensantes, en los últimos años se han realizado grandes avances al respecto, pero ¿como surgió el desarrollo de la inteligencia artificial?

Para conocer los orígenes de la inteligencia artificial tenemos que remontarnos a 1943, cuando el matemático Walter Pitts y el neurofisiólogo Warren McCulloch presentaron el primer trabajo de investigación donde se hablaba de IA y en donde hacían mención de conceptos de fisiología humana básica, la forma en que las neuronas funcionan en nuestro cerebro y la teoría computacional de Alan Turing, entre otras cosas.

La importancia del trabajo presentado por Pitts y McCulloch se centra en que fue el primer trabajo de la historia enfocado en la IA, además que el análisis del cerebro humano que hicieron implica entenderlo como si fuese un organismo computacional, y por último, propusieron la construcción de computadoras a semejanza de las redes neuronales biológicas del cerebro humano. Es de esta manera que la más grande contribución de Pitts y McCulloch al desarrollo de la inteligencia artificial fue que fundaron las bases de las redes neuronales artificiales.

Trece años después, allá por 1958, un ingeniero de nombre Josehp Engelberger diseñó y construyó el primer robot industrial de la historia, conocido como Unimate, motivo por el cual se le otorgó el título de padre de la robótica. Sin embargo, según el propio Engelberger, lo que lo inspiró a construir su robot fueron las historias de la ciencia-ficción escritas por el bioquímico y escritor ruso Isaac Asimov.

Así es, la ciencia-ficción a lo largo de su historia le ha atinado a muchos de los desarrollos futuros, aunque ciertamente también ha fallado en algunas de sus ideas; lo cierto es que Asimov es uno de esos autores que podríamos considerar un visionario, pues gran parte de lo que ha escrito en sus obras se ha ido cumpliendo, sobre todo aquello que implique robots y robótica.

Fue en 1942 que Asimov publicó su libro Runaround, en el cual expresaba por primera vez sus ahora ya célebres Leyes de la Robótica, con las cuales se forzaba a los robots a mantenerse bajo las órdenes de los humanos. Si no has oído al respecto te recomiendo que leas el libro de Yo robot o en su defecto veas la película del mismo nombre, para que te des una idea sobre las implicaciones de dichas leyes, las cuales por cierto nos dicen lo siguiente:

  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por su inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estás órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Vía: El hombre artificial: el futuro de la tecnología
Modelos del robot Asimo, fotografía de Wikimedia Commons | Robot ninja, fotografía de Wikimedia Commons