Y es que según investigadores del Georgia Tech o Instituto tecnológico de Georgia, en el futuro las baterías de nuestro gadgets serán alimentados mientras caminamos. ¿Cómo? Muy “sencillo”: nanotecnología.

Básicamente consistiría en aprovechar el efecto piezoeléctrico a escala nanométrica sobre el tejido de nuestra ropa, de tal forma que cuando caminamos la pequeña presión que ejercemos sobre la ropa sea aprovechada energéticamente. Los nanocables piezoeléctricos estarían alineados con las fibras de la misma forma que las cerdas de un cepillo para el pelo (ver imagen). Al doblar los nanocables, se produce la deseada diferencia de potencial. Después, en el extremo de cada “cepillo” unos electrodos se encargan de recoger dicha energía.

Pero claro, si es a escala nanométrica, ¿de cuánta energía hablamos? Los números que se barajan rondan los 80 mW/m^2 (milivatios por metro cuadrado de ropa) , mientras que un teléfono móvil puede consumir unos cientos de mW. Así que para el móvil no servirá, pero sí para otros dispositivos como sensores de constantes vitales.

Los primeros ensayos se llevaron a cabo con fibras de kevlar y nanocables de óxido de zinc.

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