Los sistemas de frenado son imprescindibles para cualquier tipo de vehículo, ya que es mediante su aplicación que se puede controlar la velocidad de avance. Su principio de funcionamiento consiste en transformar la energía cinética del vehículo en calor o trabajo mediante la actuación del algún dispositivo.
Holger Hermanns es un investigador de la Universidad de Saarland (Alemania) que está trabajando en una nueva generación de frenos, con los que pretende sustituir los circuitos clásicos de frenada implementando sistemas inalámbricos en su lugar, que permitan activar los frenos; para lo cual ya ha desarrollado frenos inalámbricos que funcionan bien en una bicicleta.
Su trabajo con los frenos de dicha bicicleta le han permitido realizar cálculos y ajustes necesarios para mejorar su diseño, pues su idea es que algún día puedan utilizarse frenos inalámbricos en vehículos más grandes, tales como los automóviles y los trenes, para lo cual se requiere que el sistema funcione el 100% de las veces.
Obviamente hacer pruebas con una bicicleta es muy sencillo, pero no se puede decir lo mismo en el caso de un tren, donde cualquier pequeño fallo representaría una catástrofe. Por ello el equipo Hermanns y su equipo están utilizando algoritmos que ya se utilizan en industrias críticas como la aeronaútica y química.
El funcionamiento de los frenos inalámbricos de la bicicleta es prácticamente el mismo que el de los frenos convencionales, y la única diferencia es que no hay ningún cable de acero que transmita la fuerza aplicada a la manija del freno, sino que con un emisor que capta la fuerza aplicada se envía una señal de radio a un receptor ubicado en los radios de las ruedas, donde hay un actuador que activa los frenos.