En la Escuela de Ingeniería de Bilbao se encuentran estudiando las propiedades hidrodinámicas que presenta la piel del tiburón Mako, el cual es la especie de tiburón más rápida del mundo. Los investigadores quieren encontrar una manera de reproducir dichas propiedades para aplicarlas a los cascos de los barcos así como en los trajes de neopreno de los nadadores de alto nivel.
Son ya cinco años los que el equipo de investigación ha dedicado al proyecto, encabezados por Jesús María Blanco, profesor del Departamento de Ingeniería Nuclear y Mecánica de Fluidos de la menciona escuela. En opinión del investigador estudiar la piel del tiburón Mako es de mucho interés para mejorar el diseño de materiales que permitan obtener un mejor desplazamiento en el agua.
El tiburón Mako puede alcanzar velocidades de 70 kilómetros por hora gracias a que su piel está recubierta por dentículos dérmicos que asemejan las escamas de los peces, los cuales están adaptados en forma, tamaño, densidad, orientación y requerimientos hidrodinámicos para cada parte del cuerpo del animal, es decir, no son homogéneos.
En específico el investigador en jefe está trabajando con dentículos dérmicos del morro y de la aleta; su objetivo es determinar el porque estos escualos tienen semejante capacidad de adquirir grandes velocidades así como optimizar si desplazamiento en agua.
Como parte de la investigación se capturaron dos ejemplares de la especie y se escanearon sus cuerpos para así tener un modelo tridimensional con el cual trabajar. A pesar de los años de trabajo aún están lejos de conocer el secreto que guarda esta especie, pues aún se ignora si es una propiedad que manejan a voluntad o que ocurre involuntaria y espontáneamente.
Vía: La Razón