Quant e-Sportlimousine. Ten presente este nombre, porque se trata de un vehículo muy interesante, que seguro dará mucho que hablar en algún momento. Se trata de un superdeportivo, por lo que la atención ya está asegurada, pero lo más relevante es que el combustible que utiliza es agua de mar.
El vehículo es obra de la empresa NanoFlowcell, y cuenta con la colaboración de otra compañía experta en este tipo de autos: Koenigsegg. A estas se suma también Bosch, con expertos en el diseño de componentes. De esta mezcla lo único que podía surgir era algo único, y así ha sido.
El Quant e-Sportlimousine alcanza los 380 kilómetros, una cifra nada despreciable para un vehículo cuyas baterías se alimentan de agua salada. En lo que respecta a aceleración este superauto no tiene nada que envidiar a nadie, ya que gracias a sus cuatro motores eléctricos hará el 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 2.8 segundos.
En total los motores generan 925 caballos de fuerza, potencia que es gestionada por un sistema electrónico, para llevarla de la mejor manera a las ruedas. Aunque quizá lo mejor de todo es que sus diseñadores mencionan que la autonomía rondará los 600 kilómetros, cifra que es muy aceptable, por donde se le vea.
El corazón del superdeportivo lo constituyen unos supercondensadores, utilizados para suministrar la energía producida por un dispositivo de producción y almacenamiento, el cual funciona como una pila de combustible y un acumulador electroquímico. El principio de funcionamiento se conoce como células de flujo redox.
El auto dispone de dos tanques de 200 litros que se llenan con agua salada. Cada tanque tiene además un líquido de polaridad distinta. Luego ambos líquidos se han pasar por una membrana entre dos celdas, donde ocurre un proceso de óxido-reducción instantáneo, que es de donde se extrae la energía eléctrica para las baterías.
Vía | Think Big