Actualmente las compañías automotrices se sienten presionadas por mejorar la eficiencia energética de sus vehículos. No es para menos, cada vez las leyes son más estrictas, al menos en Europa, por lo que las empresas deben disminuir sus consumos a como de lugar. Una de las cuestiones que deben hacer para lograrlo es disminuir el peso de sus vehículos.
Aquí es donde entra la fibra de carbono reforzada. Si los fabricantes de autos quieren disminuir el peso de sus vehículos deberán de dejar de utilizar aluminio para dar paso a la fibra de carbono. Esta por supuesto no es una novedad, pues de vienen utilizando para fabricar carros desde hace ya muchos años.
Sin embargo, aún al día de hoy, el uso de fibra de carbono se restringe por lo general a vehículos de gama alta. En especial los superdeportivos están fabricados casi en su totalidad con fibra de carbono para disminuir su peso drásticamente. Pero para 2025 la fibra de carbono será la norma, así lo han dicho analistas de Lux Research.
Claro que para que la fibra de carbono triunfe sobre el aluminio se requiere una conjunción de varios factores: primero es necesario que el número de fabricantes de fibra de carbono aumente, así el precio de este material disminuiría considerablemente. Actualmente fabricar un kilogramo de fibra de carbono cuesta más o menos 25 euros.
La otra cuestión está relacionada con las patentes sobre este material. Desde Lux Research indican que en promedio pasan 18 años desde que una patente es registrada hasta que su aprovechamiento comercial es aceptable. Como 2007 fue el año que mayor número de patentes sobre fibra de carbono que se registraron, es de esperar que en 2025 las predicciones se cumplan.
Vía | Hipertextual