Nadie dijo nunca que los murciélagos fueran bonitos. Pero su característica más fea (orejas y boca) juegan un papel fundamental en la capacidad del animal para seguir a su presa.
Y hoy, gracias a modelos computacionales muy sofisticados y a la robótica, Rolf Müller y Herbert Peremans están comenzando un proceso de ingeniería inversa acerca del sonar ultrasónico de los murciélagos. Su esfuerzo, parte de un proyecto europeo de casi 6 millones de euros conocido como CILIA, podría hacer avanzar la tecnología del sónar (y posiblemente el diseño de antenas inspirado en murciélagos).
Todos los sónar funcionan a partir del mismo principio: emitir pulsos de sonido e interpretar los ecos. Pero incluso el mejor sonar creado por el nombre no es rival para el de un murciélago, que puede identificar a su presa u obstáculos a través de una cantidad inimaginable de ruido, siendo esta una de la claves de su sistema de navegación interno, conocida como ecolocalización.
En esta foto podemos ver uno de los escáneres hechos por Müller
Müller, físico computacional en la Universidad Shandong de China, ha acumulado lo que probablemente es la mayor base de datos de partes de murciélagos, cerca de 600 tipos de orejas “a lo Spock” y estructuras arrugadas de sus caras llamadas “hojas nasales”[…]. En su laboratorio, Müller pone partes diseccionadas en un escáner digital, que captura detalles de hasta 10 micras de tamaño. Su equipo creó un modelo que simula cómo el sonido pasa a través de estas estructuras […].
Mientras, Peremans, ingeniero eléctrico de la Universidad de Antwerp en Bélgica, se ocupa de fabricar orejas y bocas sintéticas basándose en los escáneres 3D de Müller. Después se acoplarán a un modelo robótico de murciélago a escala real llamado “robat”* […].
Y en esta foto un prototipo de “robat” hecho por Peremans
Traducido y adaptado de From bat eras to sonar, de Michael Stroh.
N. del T. : robat es un juego de palabras con “robot” y “bat” (murciélago).