La Cápsula Dragón se ha apuntado un nombre en la historia espacial de la humanidad, pues se ha convertido en la primera nave espacial privada en ir a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) y regresar para contarlo. Su aterrizaje ocurrió en el Océano Pacífico, a algunos kilómetros de la costa de California.
El aterrizaje fue monitoreado en todo momento por el CEO Elon Musk, fundador de SpaceX. No se presentaron contratiempos ni retrasos durante el reingreso a la atmósfera de la cápsula espacial, la cual podrá ser reutilizada para más misiones, pues fue diseñada para realizar varias misiones, para las cuales ya tiene luz verde por parte de la NASA.
Es de esta manera que los estadounidenses han recuperado la posibilidad de mandar provisiones a la ISS, pues desde la jubilación de los transbordadores espaciales el año pasado, esa labor había recaído únicamente en los rusos. La cápsula trae de regreso al planeta cerca de 600 kilogramos de cargamento.
Para comenzar su descenso la cápsula tuvo que ser desacoplada del puerto Node2 mediante el brazo manipulador SSRMS, el cual también se utilizó para acoplarla. Fueron cerca de 2 horas las que tardó el brazo para situar a Dragon a 10 metros de la estación, donde la soltó en el espacio. Unas 4 horas más tarde la nave encendió sus motores con dirección a la Tierra.
Esta cápsula está diseñada para transportar 6 toneladas de carga a la ISS y regresar con tres más, por lo cual será utilizada para transportar los resultados de los diversos experimentos que realizan los astronautas en el complejo espacial.
Vía: Fayer Wayer y NASA