Las agencias espaciales están cediendo terreno a las empresas privadas y los excéntricos visionarios, quienes han visto en el sector aeroespacial un futuro negocio que valdrá millones y millones, por lo cual no es de extrañar que por todos lados estén surgiendo personas que quieren convertir los viajes espaciales en una realidad para todos.
Dentro de ese grupo de intrépidos y atrevidos se encuentra Morris Jarvis, quien desde 1993 ha combinado su trabajo como ingeniero de Intel con su sueño: construir su propia nave espacial. Para ello fundó la empresa Space Transport and Recovery Systems (STAR) y al día de hoy cuenta con un equipo de 75 personas, desde entusiastas hasta expertos.
El objetivo de Jarvis y su empresa es construir la nave Hermes, que se asemeja a un transbordador espacial en cierto aspectos, aunque su tamaño es de 9 metros de largo por 7 de envergadura. Jarvis quiere hacer asequibles los viajes al espacio, de modo que su meta es que el precio sea mucho menor que el que maneja Virgin Galatic, empresa pionera en viajes espaciales que muy pronto tendrá la capacidad de llevar turistas al espacio.
De momento se cuenta ya con un prototipo con fuselaje de fibra de vidrio que se está utilizando para realizar pruebas en el túnel de viento y de aterrizaje, pero el equipo espera en algún momento construir la nave definitiva con acero y aluminio, además claro de los escudos térmicos para evitar su desintegración al entrar en la atmósfera.
Jarvis es ingeniero aeronáutico de formación y su principal problema consiste en el financiamiento, pues hasta el momento ha puesto bastante dinero de su bolsa para proseguir con su sueño, pero está muy lejos de los 10 millones de dólares necesarios para realizar las primeras pruebas de lanzamiento. Con todo ello es de admirar los esfuerzos que está realizando.
Vía: Hermes Space