El cobre es el material conductor por excelencia, ya que su conductividad es elevada y su precio lo hace más accesible que otros metales, como el oro y la plata. Aún así el cobre ha ido aumentando su precio y ahora no es raro que bandas criminales se roben los cables de las vías públicas para revenderlo y obtener algo de ganancia.
Ante esta problemática hay investigadores que están decididos a encontrar o desarrollar nuevos materiales, con mejores propiedades físicas pero de precio reducido. Si bien la ciencia de materiales no deja de sorprendernos al romper los límites establecidos con bastante frecuencia, también es verdad que la naturaleza aún tiene mucho que decir.
Para muestra de esto último solo hay que ver una investigación realizada en la Universidad de West England, cuyo objetivo es investigar formas alternativas y radicales de transferir la electricidad, siendo una de las alternativas las lechugas. Si, como oyes bien, utilizar lechugas en lugar de cables de cobre. ¿El resultado?
Con una planta de lechuga de cuatro días de edad (por lo que de hecho es mejor llamarla plántula) se conectaron dos electrodos a través de los cuales se aplicó una corriente eléctrica, encontrando que la lechuga asemeja a un cable con bastante ruido (interferencias). Claro que de momento todo se queda en una simple curiosidad.
El problema con este “cable orgánico” es que el potencial de salida oscila bastante, lo que no lo hace fiable para utilizar en sistemas eléctricos, al menos no de momento, pues Andrew Adamatzky, responsable del experimento, ha publicado que continuará con su investigación para mejorar el funcionamiento de la idea.
Saber hasta donde se puede llegar al utilizar plantas para transferir electricidad es algo muy incierto de momento, pues aunque es algo poco menos que desconcertante, lo cierto es que la ciencia y la ingeniería nos han enseñado que jamás debemos levantar barreras tan a la ligera, pues algo que hoy parece imposible en algunos años podría ser viable.
Vía: ALT1040