Los cambios siempre deben verse con buenos ojos. Cambiar da la oportunidad de mejorar. La NASA lo sabe y por ello introducirá algunos cambios en futuros rovers, esos vehículos de exploración espacial que mandan a otros cuerpos de nuestro sistema solar para explorarlos. Hasta ahora todos los roves enviados por la agencia espacial han tenido ruedas, pero eso quizá cambie.
La rueda es uno de los inventos de la humanidad que han permitido mejorar nuestro estilo de vida y el concepto ha perdurado desde su invención. La rueda es adecuada para desplazarse por muchas superficies terrestres. Sin embargo, los planetas y las lunas a los que se mandan los rovers suelen presentar superficies difíciles. Es muy complicado y algunas veces imposible que los rovers con ruedas superen algunos obstáculos.
De esta manera la NASA ha decidido experimentar con nuevos diseños de rovers, donde las ruedas sean relegadas en pro de encontrar maneras más eficientes de movilización. Además, construir un vehículo con ruedas suele ocupar mucho espacio, por lo que los nuevos conceptos también tendrán que tener mecanismos que ahorren espacio pero sin perder funcionalidad.
Uno de los rovers de nueva generación que la agencia está desarrollando es el Super Ball Bot, cuyo diseño responde a las necesidades de explorar la luna de Saturno llamada Titán. Este robot es un armazón de cables y varillas que se controlan mediante pequeños motores, que al tensar los cables modifican su forma según las necesidades del terreno. Es así como en teoría podría desplazarse por cualquier superficie.
Más ventajas de este nuevo rover son: puede doblarse por lo que requeriría muy poco espacio en una nave espacial, es tan robusto que podría dejarse caer desde una órbita de 100 kilómetros sin necesidad de paracaídas y no se rompería. Además el gasto de energía sería considerablemente menor que el de los rovers actuales. Por lo pronto habrá que esperar algún tiempo más antes de verlo en acción.
Vía: Fayer Wayer
Imagen: NASA