Una acción, en apariencia tan simple, como lo es beber agua de una botella, representa uno de los mayores desafíos para quienes tienen un brazo robótico. Movimientos como este, en los cuales hay que corregir posición y fuerza a cada momento, son muy comunes, y por ello es importante que los brazos robóticos sean los más precisos posible.
Las ingeniería y la tecnología avanzan rápido en lo que se refiere a prótesis robóticas, muestra de ello es Luke, un brazo robótico de gran precisión, desarrollado por la empresa DEKA, y financiado por DARPA. Basta con que digan que con este brazo robótico se puede escalar para darse una idea que no se trata de cualquier desarrollo.
Este brazo robótico posee electrodos para medir en tiempo real la actividad muscular, por lo que puede realizar movimientos con bastante certeza. Además posee la particularidad de que permite mover cada dedo de manera independiente.
Cuando a este desarrollo se le incluya sensores para el sentido del tacto, será sin duda uno de los mayores avances en las historia de la robótica médica. De momento el modelo presentado ya es funcional, y se está en espera a que la FDA de su aprobación para comercializarlo.
El siguiente paso es hacer que las órdenes que reciba el brazo robótico provengan directamente del cerebro, pues lo que hace ahora es leer los movimientos musculares, y en base a ello estima el movimiento que hay que realizar.
Vía | Xataka