Cada año mueren en el mundo aproximadamente 8 millones de personas por infarto al miocardio. Un 30 por ciento lo hace antes de llegar al hospital por causa de las arritmias. Este dato es suficiente para interesarme por el desarrollo del Ambulance Drone, un drone que como indica su nombre, es una ambulancia voladora.
Este drone entra dentro de la categoría de desfibriladores automáticos externos, aparatos que se ubican en zonas de alta concentración de personas y que sirven para producir un choque eléctrico que puede salvar la vida de personas con arritmias. Este dron ha sido desarrollado por el diseñador técnico insdustrial Alec Mormot.
Este dron ambulancia puede cubrir una zona de 12 kilómetros cuadrados en un minuto, gracias a que vuela a 100 kilómetros por hora con una carga máxima de 4 kilogramos. Pero lo mejor de todo es que puede movilizarse de forma autónoma usando datos de GPS y provee información para que lo pueda utilizar una persona sin experiencia médica previa.
Este desfibrilador podría aumentar las posibilidades de sobrevivencia de un infarto al miocardio, de 8 a 80 por ciento. Otra característica que podría representar la diferencia entre la vida y la muerte es que puede registrar sonido e imagen, de modo que un especialista podría apoyar a distancia, permitiendo una mejor atención al paciente.