La demolición de un edificio pareciera una cosa fácil y hasta cierto punto entretenida, pero en la realidad requiere de una metodología minuciosa y sobre todo de experiencia.

El proceso a grandes rasgos consiste en colocar explosivos en puntos estratégicos de la construcción como pueden ser los puntos de apoyo principales y colocar “tirantes” constituidos por cables o vigas de acero que unen a los muros o columnas con el entre suelo correspondiente, esto tendrá la acción de evitar que los escombros se dispersen y el edificio caiga sobre si mismo.

Errores en el cálculo o la ejecución pueden tener como consecuencia lo que pasa en el siguiente video:

Un consecuencia de una demolición fallida más trágica puede ocurrir cuando no se trata de una edificación aislada dañando de gravedad edificios contiguos.