El día de ayer te hablé acerca de un nuevo sistema antisismos que está siendo desarrollado en el Cinvestav, y en nuestra página de Facebook, dentro de los comentarios del artículo,  David Menendez nos comentó sobre un sistema para reforzar las columnas o pilares. Dicho sistema se conoce como “vendas sísmicas” y es tan sencillo como suena. Se trata de aplicar un vendaje a las estructuras mencionadas con la finalidad de que sean más resistentes ante movimientos fuertes como los provocados por un sismo.

Al ver este sistema me ha sido inevitable recordar esas imágenes que circulan por la red donde se muestra una columna agrietada y “reparada” con cinta adhesiva, porque no estaban tan lejos de ser una solución real. Claro que la cinta con la que se vendan las columnas tiene un adhesivo especial libre de disolvente y solo basta con darle vueltas con fuerza a la columna para aumentar la resistencia de la misma. Puede que no aparente ser la mejor idea pero ya ha sido puesta a prueba con mucho éxito.

Tecnología SRF

La idea ha sido de un ingeniero estructural japonés de nombre Shunichi Igarashi, cuya tecnología SRF (Super Reinforcement with Flexibility) ha sorprendido al mundo. Esta tecnología tuvo excelentes resultados durante el terremoto de Tohoku, ocurrido el 11 de marzo de 2011, es decir, hace ya tres años. La principal ventaja de esta tecnología es que es de bajo costo y también hay que mencionar que por la simplicidad de la idea puede implementarse a muy corto plazo sin necesidad de desalojar los edificios.

Gracias a que la tecnología SRF ha podido ser probada rápidamente (por desgracia en Japón suele temblar muy seguido) Igarashi ha podido mejorar su diseño, el cual ha sido implementado en varios edificios a lo largo del país, incluida la ciudad de Sendai, donde los edificios con estos vendajes han podido ser habitados después de un sismo, cosa que no ha ocurrido con los edificios vecinos que carecían de este sistema antisismos.

Los expertos en estructuras y movimientos telúricos han determinado que el sistema SRF amortigua en gran medida las ondas sísmiscas que hacen vibrar a las estructuras, por lo que el nivel de protección de los edificios es mucha mayor de lo que se creía en un inicio. Los datos que arrojan los estudios son sorprendentes: los vendajes SRF soportan hasta 16 toneladas de fuerza por cada 4 milímetros de grosor de la venda, siempre manteniendo la elasticidad suficiente para absorber la energía de las ondas sísmicas minimizando así el daño.

Vía: La Información (Gracias David por el enlace 😉 )