Alumnos de ingeniería del MIT fundaron en Boston (Estados Unidos) una empresa llamada XL Hybrids, la cual se enfoca en instalar un sistema híbrido paralelo a la fuente de potencia de furgonetas comerciales ligeras. Este sistema ocupa muy poco espacio y en cuestión de unas cuatro horas se instala.
La adaptación consiste en instalar un motor eléctrico de imanes permanentes de 40 kW y una batería de iones de litio de 2 kWh, además de un sistema de control híbrido que opera sin modificar en demasiado el vehículo. Todo este proceso se puede solicitar en alguno de los talleres autorizados que hay en Estados Unidos y con los cuales han llegado a acuerdos de colaboración.
Como parte de los requerimientos para homologar el sistema híbrido y según las leyes vigentes en aquel país, un laboratorio certificador independiente ha determinado que después de hibridar un vehículo este ve reducido su consumo en un 21.2 %, para lo cual se utilizó específicamente una furgoneta Chevrolet 2500 Express.
Con la ayuda de un dinamómetro Clayton se midió el consumo del vehículo antes y después de la hibridación, y aunque el resultado es bastante interesante el precio es un poco prohibitivo, ya que habrá que desembolsar unos 8,000 dólares para poder realizar el cambio. Creo que podría ser una excelente opción para vehículos de transporte público y de mercancías, ya que para particulares el precio aún es elevado y habría que recorrer muchos kilómetros para que valga la pena la inversión.
Vía: Green Car Congress