Tecnológicamente hablando estamos en la era del silicio, pues este elemento ha jugado un papel esencial en el desarrollo científicos actual. Sin embargo, como toda era que presenta un comienzo, en algún momento tendrá su final. El final del silicio está cerca y sin duda el grafeno es el principal candidato para reemplazarlo.
El grafeno es un supermaterial que presenta asombrosas propiedades y durante los últimos años su popularidad ha aumentado debido a su gran número de potenciales aplicaciones. El problema del grafeno es que es un material de costosa producción y para que sustituya al silicio debe abaratarse su producción.
En fechas recientes la empresa Samsung declaró que ha desarrollado, de la mano de la Universidad Sungkyunkwan, un método para producir grafeno a escala industrial, lo que de ser cierto implicaría el final de una era y el comienzo de otra. El proceso permite sintetizar grandes cantidades de dicho material manteniendo sus propiedades, algo que hasta el momento nos e había logrado.
El grafeno es un material conformado por átomos de carbono acomodados en un patrón hexagonal que forman hojas de apenas un átomo de espesor, lo que hace que presente un peso mínimo de apenas 0.77 miligramos por metro cuadrado. Lo sorprendente de este material es que sus usos son tan variados como sorprendentes, y se siguen investigando sus alcances.