En las películas de ciencia-ficción de finales del siglo pasado era muy común ver autos voladores, lo que a muchos nos hacía pensar que para inicios de este nuevo milenio serían una realidad tangible. Con el correr de la década del 2000 nos fuimos dando cuenta que quizá tardaríamos un poco más en ver autos voladores por las ciudades del mundo. Sin embargo, parece que la espera está terminando.
Hace apenas unos ochos meses que el Departamento de Transporte de Estados Unidos le dio autorización al concepto de auto volador Terrafugia Transition para circular por la vía púbica, después de realizar una serie de pruebas, lo cual le brindó un nuevo aire al proyecto que fue presentado desde 2008, pero que por diversos motivos sufrió varios retrasos que pusieron en peligro que se llevara a cabo.
El Terrafugia Transition es considerada por la Administración de Seguridad Vial de aquel país como una aeronave deportiva ligera, la cual ha tenido que sufrir varios rediseños para adaptarse a las normativas vigentes y también mejorar su desempeño. Este vehículo tiene aún mucho camino por delante para convertirse en un vehículo de producción masiva, pero lo cierto es que ya ha comenzado a recorrer dicho camino.
Gracias a que la empresa mejoró su imagen publicitaria ha conseguido en financiamiento adecuado para llevar a producción a su híbrido, para lo cual se construirán las primeras 100 unidades que estarán disponibles para finales de este año; aunque claro está que no podía faltar su presentación oficial, la cual ocurrirá durante el Salón del Automóvil Internacional de Nueva York.
El Terrafugia solo puede transportar un máximo de 150 kilogramos, incluyendo el peso de los dos pasajeros. En modo automóvil alcanzará la nada envidiable velocidad de 105 km/h; pero lo bueno viene en su modo avión, donde alcanzará 185 km/h de velocidad y dispondrá de una autonomía de 787 kilómetros gracias a ss tanque de 87 litros de capacidad de gasolina sin plomo.
Para aquel que va a apartar uno de los primeros cien deberá deshacerse de unos 279,000 dólares, que pues bueno, para aquellos que lo puedan pagar y gusten de ser pioneros en probar tecnologías seguro que no habrá ningún problema; los demás tendremos que esperarnos algunas décadas a que se abaraten los costos.
Vía: Design Boomm