Dentro de unos años, cuando quieras medir tu nivel de glucosa en la sangre, vas a tener que dibujarte un sensor en la piel. Esta sería una de las muchas aplicaciones que los biosensores dibujables en el piel tendrían. Por ahora la tecnología está en desarrollo, pero sin duda resulta interesante que ya estemos hablando de estas cuestiones. El futuro está cerca.
Es en la Universidad de California en San Diego donde el bolígrafo con biotinta especial para sensores está siendo desarrollado. Pero además de escribir en la piel también se podría hacerlo en otras superficies. Por ejemplo, para medir los niveles de contaminación en las ciudades bastará con dibujar sensores en las paredes.
El mayor reto de esta investigación es si duda el desarrollo de la biotinta, la cual en primer lugar debe ser segura para el uso en humanos, pero a su vez debe contener sustancias químicas que permitan que funcione como sensor. Son varias las sustancias que se han mezclado para obtener el resultado ideal.
Si a las condiciones anteriores añadimos que la biotinta debe conservar sus propiedades un tiempo aceptable, además de resistir condiciones climáticas adversas, se comprende el nivel del reto sobre el que estamos hablando. Por todo esto los componentes de la biotinta son: polietilenglicos biocompatible, polvo de grafito, quitosano y xilitol.
Esta es una primera mezcla, porque para cada uso que se le quiera dar a la biotinta será necesario cambiar el agente que reacciona con la sustancia a identificar. Por ejemplo, se podría identificar un agroquímico no permitido en un cultivo, con solo dibujar con la biotinta sobre una hoja de una planta, pero hay que añadir una sustancia que reaccione con la sustancia buscada.
Vía | Unocero