Con el avance de la ciencia de los materiales actualmente es posible soñar con armaduras livianas y flexibles, capaces de detener disparos sin que su portador sufra la más mínima lesión. Aún hoy día la mayoría de las personas imaginan un caballero pesado y lento cuando se habla de armaduras, lo cual es aceptable dado que durante mucho tiempo esa ha sido la concepción de blindaje.
El blindaje se utiliza en los vehículos de guerra y en los individuos, como una manera de protegerlos ante eventuales ataques; lo cierto es que los métodos comunes de blindaje implican colocar capas de materiales resistentes pero sumamente pesados, de modo que la movilidad se ve reducida significativamente.
Ahora gracias a las gomas sintéticas la forma de blindar algo podría cambiar radicalmente. Se trata de materiales llamados elastómeros capaces de endurecerse hasta 1,000 veces su dureza original en cuestión de microsegundos, por períodos de tiempo que van de 10 a 100 microsegundos. El secreto está en que estos materiales se endurecen al aplicárseles ondas de presión, que pueden ser las producidas por un impacto de algún arma.
La clave de las investigaciones radica en que los elastómeros se endurecen cuando sus partículas tienen la misma velocidad que el impacto, momento en que pueden absorber hasta 40 por ciento de la energía cinética y transformarla en calor. Algunos prototipos están siendo desarrollados y probados por la Marina de los Estados Unidos con resultados alentadores. Estas investigaciones sin duda cambiarán el panorama de la protección personal y de vehículos, pero habrá que esperar un par de años antes de verlos en situaciones cotidianas.
Vía: ALT1040