Me queda perfectamente claro que ninguna ingeniería es un juego pero también tengo claro que el gusto por la ingeniería se puede transmitir a los pequeños a través de juegos y juguetes. Ya cuando uno está grandesito (en la universidad estudiando ingeniería) es cuando uno realmente comprende las implicaciones de cometer hasta el más simple error, pues en ingeniería los errores suelen pagarse muy caros.
Pero en esta oportunidad haré mención de un coche de juguete, que al ser capaz de alcanzar una velocidad de 462 kilómetros por hora creo que bien merece mención, pues no es una velocidad para nada ordinaria. Aunque eso de juguete no le va tanto pues más bien parece un verdadero proyecto de ingeniería (y lo es) a tamaño miniatura. Se trata del SST-3B-Falcon.
Este pequeño bólido es obra de Samvir Thandi y de hecho ha logrado alcanzar los bastante respetables 554 kilómetros por hora como velocidad máxima, solo que los 464 mencionados son los que se han registrado como récord, pues para este se promedian las velocidades de ida y vuelta. De hecho el proyecto de Thandi no es único porque han sido varios los coches construidos por alumnos del The Heathland School, solo que este ha sido el más veloz.
La inquietud de desarrollar semejante proyecto ha surgido gracias a Jaswant Thandi, padre del estudiante en cuestión y quien forma parte del equipo de desarrollo del Bloodhound, un vehículo a escala real con el que se pretende romper el récord de velocidad en tierra.
Vía: Motorpasión