Sillas

Actualmente son muchos los ingenieros que trabajan modificando software, es decir, se enfocan en la programación de cuestiones digitales; sin embargo, también existen especialistas que están tratando de “programar” objetos físicos para que estos modifiquen sus características en dependencia del usuario. Crear “objetos inteligentes” no es una meta sencilla pero tampoco imposible, y de hecho ya se están dando los primeros pasos.

En el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ya están trabajando en el ambicioso proyecto de desarrollar una silla que presenta diversos comportamientos según el usuario en cuestión. La silla del MIT está construida con materiales orgánicos y modificará su forma según las preferencias del usuario. Hasta aquí todo suena normal, pero lo que llama la atención es el material con el que estará construida dicha silla.

Bacterias

Para que la silla modifique su forma pero siempre presente la rigidez necesaria será construida con bacterias capaces de crear estructuras sólidas rígidas, a las cuales se les añadirán nanopartículas de oro para formar nanocables conductores de electricidad, a través de los cuales se enviarán los impulsos necesarios para “programar” la silla y hacerla que modifique su forma.

Si bien el proyecto luce bastante interesante apenas está en las primeras fases de desarrollo. Si la idea es viable, en el diseño y en lo económico, podría tener mayores repercusiones positivas en el desarrollo de tecnologías que involucren objetos sólidos capaces de modificar su estructura física. Eso si, todo suena más sencillo de lo que en realidad es, pues la manipulación de colonias de bacterias presenta sus inconvenientes.

Vía: Fayer Wayer y The Register