Radiación iónica altamente dirigida que muestra los átomos más afectados por la misma en color azul - Imagen de Science Daily

Radiación iónica altamente dirigida que muestra los átomos más afectados por la misma en color azul - Imagen de Science Daily

Buscando una mayor densidad de almacenamiento en discos de ordenadores, las últimas décadas han sido dominadas por la optimización continua de materiales magnéticos, como por ejemplo, las partículas magnéticas (o granos), se han ido encogiendo cada vez más, mientras que al mismo tiempo su anisotropía magnética fue incrementada.

Normalmente, de 100 a 600 granos forman un bit, actualmente la menor unidad de almacenamiento. Cada grano, de 10 nanómetros de largo, es puesto cada uno al lado del otro en sustrato de vidrio cubierto por una capa de cobalto, cromo y platino. El tamaño de los granos y su cantidad no pueden ser ambos disminuidos más allá de las cifras mencionadas sin resultar en un empobrecimiento del radio de la señal. Una señal más reducida se traduce como una pérdida de información, algo intolerable en un dispositivo de almacenamiento.

Físicos de varias universidades e institutos de investigación europeos han sido capaces de desarrollar estructuras magnéticas capaces de superar este tipo de problemas. Usando un rayo de partículas (más precisamente iones) altamente enfocado a una pequeña superficie de hierro y aluminio se lograron zonas ferromagnéticas de aproximadamente 100 nanómetros de diámetro. Si bien los hallazgos que derivan de estas investigaciones no pueden aplicarse para cualquier dispositivo de almacenamiento masivo, como por ejemplo un disco duro, sí supondrá una revolución en nuevos, más pequeños y eficaces tecnologías.

“Ahora estamos trabajando en la estabilidad magnética de estos nanomagnetos. Un incremento en dicha área será un importante avance para su posterior explotación industrial”, según declara Jürgen Fassbender, científico del proyecto.

Fuente: Science Daily