Según Steven Chu, premio Nobel de Física en 1997, si las casas se pintaran de blanco o colores claros, se reducirían las emisiones de dióxido de carbono equivalentes a dejar de usar todos los automóviles por 11 años. ¿Resultaría muy difícil pintar las casas de colores claros? Ok, no hablemos de las casas completas, cuando menos las azoteas y tejados.

Como bien sabes, la radiación solar es la encargada de calentar al planeta. Dicha radiación se compone de diversas longitudes de onda, dentro de las cuales se encuentra el espectro de luz visible o los colores que percibimos. Cada color es absorbido a reflejado dependiendo de la superficie. Una superficie blanca refleja todos los colores y una negra los absorbe.

Esto es algo que se sabe desde hace varios siglos cuando Isaac Newton comenzó a desarrollar de forma científica la teoría del color. Aunque desde mucho antes ya se conocían las propiedades del blanco y del negro. Es curioso que aunque esto se sepa la mayoría de las casas se pinten de colores oscuros como rojo o negro, por los impermeabilizantes.

Al menos eso es lo que ocurre en México y hay lugares donde el calor en los meses de verano es insoportable. Si se echara mano de un poco de física se pintarían las casas de blanco y la temperatura ambiente de la zona disminuiría en un par de grados. En España si existen varios pueblecitos donde todas las casas son blancas. Supongo que no pasan mucho calor.

Para el caso de las zonas donde suele hacer mucho frío a lo largo del año, que también pueden ser casas individuales a la sombra de algún edificio, lo recomendable es pintarlas de un color oscuro. Esto es lo que hacen en los países nórdicos para absorber la mayor cantidad de radiación posible y así calentar a las casas aunque sea un poco.