El progreso tecnológico ha transformado significativamente el concepto de la palabra “compacto“. En la imagen se observa el IBM 1401, uno de los primeros ordenadores compactos entregados en los Estados Unidos en 1959. Su tamaño ya resulta llamativo, por lo que podemos inferir el volumen de las computadoras que no se clasificaban como compactas.

Con el IBM 1401, IBM buscaba acercar el mundo de las computadoras a un público más amplio y diverso, específicamente a pequeñas empresas. Sin embargo, la teoría y la práctica distaban en este caso, ya que el ordenador constaba de varios módulos de gran volumen y su tarifa mensual de 2.500 dólares no lo hacía precisamente asequible.

El IBM 1401 fue el primer ordenador de la Serie 1400, diseñada específicamente para llevar a cabo tareas administrativas. Como era de esperar, el 1401 funcionaba con tarjetas perforadas. Entre sus especificaciones técnicas se encontraba la perforación y lectura de tarjetas a alta velocidad, cinta magnética de entrada y salida, almacenamiento de programa, capacidad de realizar operaciones aritméticas y lógicas, y una impresión a alta velocidad.

A pesar de su tamaño y complejidad, el IBM 1401 tuvo una vida útil de 12 años, desde 1959 hasta 1971. Si lo comparamos con los avances tecnológicos actuales, 12 años pueden no parecer mucho, pero en aquel momento supusieron una era tecnológica completa, dado que el ritmo de avance era considerablemente más lento que en la actualidad.