Taladrar

Taladrar es una actividad que requiere de práctica y cuidado, más cuando se taladran superficies muy distintas entre si. Cada superficie presenta diversas características por lo que se recomienda utilizar un soporte, aunque como no siempre es posible entonces hay que sujetar firmemente el taladro y no hacerlo funcionar hasta estar bien preparados. Una aspecto general ha tener en cuenta es que las revoluciones deben ser menores mientras mayor sea el diámetro de la broca y mayor sea la dureza del material a trabajar.

Taladrar

Taladrar en metal

Cuando se taladra un metal la fricción existente es mucha, de modo que se recomienda ampliamente utilizar algún tipo de refrigerante, con lo cual se mejora la calidad del trabajo al tiempo que se reduce la probabilidad de que la broca o el metal que se está trabajando se rompan. Lo ideal sería utilizar un refrigerante como la taladrina, pero el agua puede funcionar bien en caso de no disponer de la primera. Al taladrar en metal no se debe utilizar la configuración del taladro de percusión; además se debe utilizar una broca de calidad especial para metales, lo que aumenta la calidad y precisión del trabajo.

Taladrar en madera

La madera es un material bastante blando, si se le compara con el metal, aún aquellas maderas duras, aunque en estas últimas se pueden utilizarse brocas para metal para mejorar la calidad del trabajo. La madera debe taladrarse sin percusión pues de lo contrario podríamos llegar a romperla. El principal problema que presenta este material es que se puede astillar muy fácilmente, por lo cual se recomienda utilizar brocas bien afiladas de tres puntas, con las cuales se garantiza el corte del círculo exterior evitando así el rompimiento del material.

Taladrar en plástico

Los plásticos no presentan muchas complicaciones para ser taladrados pues son materiales blandos. Se deben utilizar brocas para metal y el taladro sin percusión para obtener una buena calidad de trabajo. Al taladrar este material siempre quedan rebabas que se pueden retirar fácilmente con una lima. Se recomienda hacer una pequeña muesca que sirva como guía pues en general los plásticos son materiales un poco resbaladizos.

Taladrar en vidrio

El vidrio es un material bastante frágil por lo que se debe taladrar a muy bajas revoluciones y avanzando muy poco. Se requieren de brocas especiales con un metal duro en la punta, con forma de lanza, como puede ser el carburo de silicio. Es completamente necesario refrigerar la broca para minimizar la fricción, que genera calor, que a su vez puede fomentar el rompimiento del vidrio.

Taladrar en azulejo

Al igual que el vidrio, el azulejo es un material complicado para taladrar, en primer lugar porque es extremadamente resbaladizo, de modo que se aconseja hacer una pequeña muesca inicial que sirva como guía para la broca al momento de girar. Igualmente se debe trabajar con pocas revoluciones y ejerciendo poca presión sobre el taladro, que no deberá estar en modo de percusión o se podría llegar a romper el material.

Otros materiales

Existen muchos otros materiales sobre los que se requiere taladrar, y cada uno tiene sus características propias. Por ejemplo, si se quiere taladrar en concreto puede ser necesaria la percusión, al igual que en las paredes de ladrillos o piedras, pero la metodología a utilizar estará en dependencia en mayor medida de la dureza del material, además de la calidad que se quiera obtener.

Vía: Bricotodo