Desde siempre odié los lápices de madera, más por el hecho de que se desperdicia mucho que por el hecho de que no presenta un grosor uniforme. Y es que eso de escribir con diminutos lápices de madera no me agrada. Pero afortunadamente los chinos tienen el mismo problema y han presentado una solución genial.

Se trata del Tsunago, un sacapuntas que revive esos pequeños pedacitos de lápices, uniéndolos y convirtiéndolos en el Frankestein de los lápices. Y bueno, el resultado no es muy bonito, pero de que funciona la cosa lo hace, y bastante bien. Ya saben, como buen ingeniero, hay que preferir antes los funcional que lo bonito.

sacapuntas-tsunago

El sacapuntas en cuestión tiene 3 orificios, siendo uno para utilizarlo como un sacapuntas normal. Un segundo orificio hace una cavidad en lugar de sacar punta. Y el tercero corta la punta de un lápiz para que encaje en el orificio hecho en otro lápiz. El proceso en sí luce bastante sencillo.

La cuestión que no se menciona es si se requiere algún pegamento, para que las dos partes de lápices queden unidas adecuadamente. Todo indica que no se requiere, lo que indica que los cortes realizados deben ser precisos, para encajar de forma que el nuevo lápiz no se desbarate. ¿Lo veremos en venta por acá? Yo espero que si.

Vía | Microsiervos