No es muy habitual ver un espectáculo como el que os enseñamos en esta entrada. Se trata de un molino de viento situado en Dinamarca, y no le cayó ningún rayo.

Todos los aerogeneradores tienen una denominada velocidad de conexión, que es de unos 3 m/s. También tienen una velocidad de corte, que es de unos 25 m/s. La potencia generalmente se controla cambiando el “paso” de la hélice, que no es más que cambiar el ángulo de ataque respecto al aire. El efecto es completamente similar a cambiar de marcha en nuestro coche (aunque en este tenemos sólo cinco o seis marchas predefinidas). El vídeo muestra lo que pasa cuando los frenos del generador no funcionan si la velocidad de corte se excede. Que conste que la velocidad de corte no sólo está basada en lo que a problemas mecánicos se refiere sino también a un descenso del rendimiento.